El Cuervo es un municipio de la provincia de Teruel, Comunidad Autónoma de Aragón. Tiene un área de 20,76 km² con una población de 113 habitantes (INE 2008).
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Uno de los lugares a visitar en El Cuervo son los Estrechos del río. A pocos metros de recorrido ya vemos por donde nos vamos a meter. |
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El primer tramo saliendo de El Cuervo transcurre por sus campos, y son dignos de verlos, exiten varias zonas con sus huertas cultivadas, muy bonitas y fructíferas.
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A lo largo de la ruta el rio se atraviesa varias veces, unas veces a traves de puentes y otras como veremos en proximas fotos por piedras preparadas para tal fin, eso si llevando cuidado porque con tanta agua y humedad y las suelas de las botas mojadas, un rebalon se presenta cuando menos lo esperas. |
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Al fondo de estas dos fotografias siguientes, si nos observamos, vemos los estrechos del río Ebrón.
Es un paso que tiene un estrechísimo camino labrado en la roca por el río a traves del tiempo.
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Una vez cruzado el rio por donde esta pasando Yolanda, nos metemos en el tramo mas bonito de los estrechos como se puede ver en las siguientes fotos. |
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En el transcurso del rio Ebron podemos observar las transparentes aguas que lleva y la cantidad pozas cristalinas y las pasarelas, de madera y metal, que adicionadas a las paredes hacen posible. |
En esta zona hay que decir que no es una ruta recomendable para personas que sufran MUCHO vértigo, aunque el paso es facil y esta todo preparado para el maximo de seguridad. |
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Por este paso en que aparece Tere en la foto y el paso de Yolanda en la foto anterior donde practicamente esta en el aire, tengo que resaltar el esfuerzo, la predisposicion y punto de responsabilidad que estan haciendo para hacer posible la ruta.
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La ruta ha sido muy bonita, a mi modo de ver lleva todos los ingrediente para ello, agua, montaña, verde y un algo de pequeña dificultad en algunos pasos. Ademas de la agradable compañia de nuestros amigos Yolanda y Jose Ramon.
Al final de la ruta y tras el tiempo de ducha, aseo y relajacion no podria ser menos una cena que estuviera a la altura de la misma, y a ello nos encomendamos. |
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